Es importante conocer sus signos y síntomas para recibir tratamiento inmediatamente. En caso de trombosis arterial, el dolor intenso, la palidez de la extremidad, la frialdad, la perdida de la sensibilidad y de la movilidad alertan el requerimiento urgente de intervención. En el caso de trombosis venosa, el aumento de volumen significativo, dolor, cambios de coloración.
Para evitar la trombosis es fundamental, realizar actividad física de forma frecuente, una rutina de caminata o ejercicio aeróbico, o natación; al menos 30 minutos al día para conseguir beneficios; y un adecuado flujo sanguíneo.
Evitar el consumo del cigarrillo, sus tóxicos químicos al acumularse en el torrente sanguíneo causan, por un lado, vasoconstricción reduciendo el oxígeno y la sangre más espesa. Mantener un peso adecuado, las personas con sobrepeso tienen un riesgo más elevado de trombosis debido a la presión que tienen que soportar las venas de sus piernas. Evitar permanecer sentado por mucho tiempo, es un factor que aumenta los riesgos de problemas en la circulación.
Adoptar una buena Alimentación, los nutrientes que se le proporcionan al organismo mediante los alimentos son esenciales para prevenir la formación de trombos.
